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Traslados a la oficina: La pérdida no es sólo de tiempo, también es de balance vida-trabajo

La Cepal señala que los mexicanos invierten en promedio 71 minutos para trasladarse hacia su trabajo en el transporte público y 52 minutos en automóvil.
Las personas llegan a invertir casi una jornada laboral completa en los desplazamientos a la oficina, tiempo que limita su capacidad para balancear su vida laboral y personal. En los traslados al trabajo, se pierden más que sólo unas horas, se merma la calidad de vida.
Y es que cada vez es más frecuente que las y los colaboradores salgan hasta dos horas antes de casa para poder llegar al trabajo, con el fin de evitar los problemas que se han vuelto cotidianos a la hora de moverse en ciudades grandes como la Ciudad de México.
En ese sentido, el informe América Latina y el Caribe en la mitad del camino hacia 2030: avances y propuestas de aceleración, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), muestra que los mexicanos invierten en promedio 71 minutos para trasladarse hacia sus centros de trabajo utilizando el transporte público, y 52 minutos en automóvil privado. Siempre, dependiendo de las circunstancias diarias y de cada caso.
El perder tanto tiempo en traslados genera que las personas tengan menos horas para poder tener un balance vida-trabajo, y poder así disfrutar de actividades fuera de lo laboral como el simple hecho de dormir más y mejor, el ocio, relaciones interpersonales, entre otras cosas más.
En ese tenor, Manuel González Ramírez, consultor en Negocios y Recursos Humanos, señala que las horas que se pierden en los traslados se pueden utilizar para la convivencia, para tener balance vida-trabajo, ya que perder tres o cuatro horas del día impacta de manera importante, no solo en la calidad de vida sino en afectaciones como el incremento de los niveles de estrés y ansiedad.
“El perder tanto tiempo, afecta el desempeño, la convivencia, la perspectiva de las propuestas de trabajo, es decir, al estar cansado y de malas evitas de una u otra manera generar nuevas ideas o propuestas, porque simplemente te sientes agotado mentalmente. Obviamente el nivel de rendimiento a través de las horas va disminuyendo mucho”, afirma.
Por su parte, Yoann Bonnet, director de Robert Walters para México, señala que perder tiempo en los traslados a parte de afectar las relaciones interpersonales, también tiene un impacto en el desempeño laboral de las personas.
“Cuando alguien está en el tráfico o en el transporte público mucho tiempo, te hace llegar al trabajo irritable. Y, por ejemplo, un supervisor quiere hacer un comentario constructivo para ayudarte a mejorar en algo, en vez de entenderlo, seguramente lo vas a tomar a la defensiva. Entonces, todas esas cosas te afectan porque al final de cuenta no ayuda que la gente esté tranquila, este con la mente concentrada en sus tareas, en lo que puede mejorar”, comenta.
Gonzáles Ramírez apunta que la acumulación de estrés y problemas en el trabajo afecta de manera muy importante la convivencia con las personas en general.
“Regresas a tu casa y te impacta de manera importante en términos de tu convivencia con las personas, es decir, todo este tema del estrés progresivo que se va dando a través de tantas horas, incrementa el estrés, ansiedad y en términos de balance vida personal y laboral tienen un impacto no solamente en tu desempeño, sino cuando regresas a casa, lo único que quieres es estar tranquilo”, apunta.
Bajo ese contexto, el Índice para una Vida Mejor, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), muestra que México es el país con el porcentaje más alto de personas con jornadas extensas, con 27%, seguido por Turquía con 25% y Colombia, con casi 24% de sus empleados.
“Cuanto más trabajen las personas, menos tiempo tendrán para dedicarlo a otras actividades, como el tiempo que pasan con otras personas, el ocio, comer o dormir. La cantidad y la calidad del tiempo libre son fundamentales para el bienestar general de las personas y pueden generar beneficios adicionales para la salud física y mental”, resalta.
El reporte señala que los mexicanos trabajan más horas al año que el promedio de los países de la OCDE, y que tienen uno de los tiempos medios de traslado diario más largos, superados sólo por Japón y Corea del Sur.
“Estas restricciones de tiempo complican el balance vida-trabajo y representan retos importantes para las madres, en especial debido a que un porcentaje cada vez mayor de ellas son madres solteras”, refiere el organismo.
Cabe destacar que los trabajadores continúan solicitando a las organizaciones flexibilidad de tiempo, así como de los espacios de trabajo, ya que los niveles de estrés siguen siendo altos entre la población laboral.
Antes de salir a trabajar, se debe reflexionar
Manuel González recomienda a las y los trabajadores que el estrés y enojo que se presentan por las largas horas de espera al trasladarse, tienen que ver con una disciplina personal y con los hábitos de los colaboradores para controlar las emociones.
“¿Qué no vamos a cambiar? Que el tráfico disminuya o el transporte se mueva más rápido y que hagas menos tiempo. ¿Qué si puedes cambiar? Prepararte emocionalmente. Antes de salir meditar un poco, reflexiona para entender que viene un proceso largo. Al llegar a la oficina tomarse unos minutos para aterrizar la parte emocional y bajar el estrés, ansiedad y planificar el día”, comenta.
Mientras que Yoann Bonnet, apunta que la flexibilidad que pueden ofrecer las empresas a los colaboradores sirve también para poder optimizar sus tiempos.
“Eso es la parte más fundamental, que las empresas hoy en día tienen que reflexionar y pensar para seguir siendo competitivas, no solamente dentro de sus mercados, sino que también a nivel de empleabilidad, ver por los trabajadores”, indica.
Foto: Freepik. Con información de Eduardo de la Rosa. Publicado en El Economista.
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