la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Por otro lado, sectores como la tecnología, la ingeniería y la política siguen siendo dominados por hombres, lo que evidencia barreras estructurales para el acceso de las mujeres a puestos estratégicos y de liderazgo. El retroceso más preocupante está relacionado con la violencia y el acoso laboral. A pesar de los esfuerzos legislativos, muchas mujeres siguen enfrentando ambientes de trabajo hostiles, y dedican en promedio 40 horas semanales a labores no remuneradas, lo que limita su desarrollo profesional. Y no podemos obviar, la falta de políticas públicas que fomenten el acceso equitativo a guarderías, licencias parentales igualitarias y horarios flexibles, mecanismos que evitarían perpetuar esta desigualdad. La implementación efectiva del Convenio 190 de la OIT y la promoción de protocolos claros contra el acoso son medidas indispensables para transformar el entorno laboral. Las mujeres son mayoría en sectores informales y de baja remuneración, como el trabajo doméstico, donde enfrentan condiciones laborales precarias y escasa protección social. Por ello, se deben reforzar los mecanismos para prevenir y sancionar la violencia de género en el trabajo. También es crucial atender las brechas de acceso a la capacitación y al empleo formal. Aunque México ha dado pasos importantes hacia la diversidad de género en el ámbito laboral, los retos son evidentes. Dedicamos esta edición a uno de los grandes temas nacionales y globales. ¿Logramos fortalecer la cultura de la diversidad de género en México? La diversidad de género se ha convertido en un tema central en la agenda pública y empresarial mexicana. En México, el debate sobre la diversidad de género ha ganado terreno en las últimas décadas. Políticas como la “Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres”, promulgada en 2006, han sentado las bases para fomentar una cultura de inclusión. Asimismo, la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que combate la violencia y el acoso en el trabajo, refleja el compromiso del país con la equidad. A nivel empresarial, algunas compañías han adoptado políticas de inclusión, como la implementación de códigos de conducta, capacitaciones y redes de apoyo para mujeres y personas de la comunidad LGBTQ+. Sin embargo, estos esfuerzos todavía están lejos de consolidarse en una cultura generalizada. El panorama laboral mexicano ha mostrado avances, pero también revela áreas de estancamiento e incluso retrocesos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la participación económica de las mujeres se ha incrementado ligeramente en los últimos años, alcanzando un 46.7% (noviembre 2024). Sin embargo, esta cifra aún está muy por debajo de la de los hombres, que supera el 75%. Además, las brechas salariales persisten. En promedio, las mujeres ganan un 15% menos que los hombres por trabajos de igual valor, según el Observatorio de Igualdad de Género de Por: Lic. Mauricio Reynoso, DIRECTOR GENERAL DE AMEDIRH EDITORIAL 4 CreandoValorRH | Marzo - Abril 2025
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