Bienestar y derecho a la desconexión digital Por: AMEDIRH El límite entre la jornada laboral y el tiempo personal se ha vuelto difusa con la transformación digital que caracteriza la actualidad. Este fenómeno ha generado consecuencias importantes para la salud mental, el bienestar y la productividad de las personas. Frente a este nuevo escenario, el derecho a la desconexión digital emerge como una necesidad urgente y parte de una agenda de derechos laborales, además de ser un elemento clave para preservar la salud psicosocial en los centros de trabajo. ¿Qué es el derecho a la desconexión digital y por qué es necesario? El derecho a la desconexión digital, incorporado a la Ley Federal del Trabajo (LFT) en 2021, con la reforma de teletrabajo, es la facultad que tiene una persona trabajadora para suspender la atención a asuntos laborales fuera del horario de trabajo, incluyendo llamadas, correos electrónicos, mensajes instantáneos u otras formas de comunicación digital. Es el “…derecho de un trabajador a apartarse del trabajo (incluida la desconexión de las TIC de manera digital) y abstenerse de participar en cualquier tipo de comunicación con el centro de trabajo al término de la jornada laboral, en los horarios no laborables, vacaciones, permisos y licencias”, de acuerdo con la NOM-037STPS-2023, “Teletrabajo-Condiciones de seguridad y salud en el trabajo”. Visítanos en: www.amedirh.com.mx 35 MARCO LEGAL Este derecho busca garantizar el respeto a los horarios de descanso, las vacaciones, los fines de semana y, en general, el tiempo personal, familiar y de esparcimiento. Su necesidad radica en diversos factores. En primer lugar, el uso intensivo de tecnologías ha normalizado la disponibilidad constante, lo cual genera expectativas implícitas de respuesta inmediata, incluso fuera de la jornada laboral. Esta práctica sostenida en el tiempo erosiona el equilibrio vida/trabajo, fomenta el estrés crónico, agotamiento y otros padecimientos vinculados al deterioro de la salud mental. Estudios y datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) coinciden en que la falta de desconexión digital prolonga la jornada laboral sin remuneración, perjudica la concentración y deteriora la capacidad creativa. Por lo tanto, establecer límites claros para la jornada laboral protege al colaborador y beneficia a la organización, al mejorar los niveles de satisfacción, compromiso y productividad. ¿Siempre conectados? La llamada “Cultura 24/7” —esa expectativa implícita de estar siempre disponibles, conectados y listos para responder correos, mensajes o llamadas en cualquier momento— podría representar una amenaza directa al derecho a la desconexión digital y al bienestar integral de los colaboradores.
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