el estrés crónico, en cambio, deteriora la salud física y mental. Para RH, el reto está en diseñar entornos laborales donde el estrés sea un motor, no un obstáculo. Acciones clave: Regular cargas de trabajo, especialmente en picos de alta demanda. Promover pausas activas y recuperación tras proyectos exigentes. 5. Seguridad económica: más allá del salario competitivo. La inseguridad económica no sólo afecta la salud mental, también impacta la capacidad del colaborador para desempeñarse. La estabilidad laboral y la remuneración suficiente para cubrir necesidades básicas son esenciales para la retención del talento. Acciones clave: Revisar periódicamente los esquemas salariales y de beneficios. Ofrecer programas de educación financiera y apoyo en momentos críticos. 6. Sueño: el factor invisible del alto desempeño. El déficit de sueño entre los empleados impacta en absentismo, accidentes laborales y bajo desempeño. Un tercio de los colaboradores en el mundo duerme menos de siete horas diarias, muy por debajo de lo recomendado. Acciones clave: Fomentar políticas de desconexión digital fuera del horario laboral. Diseñar ambientes de trabajo que faciliten la exposición a la luz natural y promuevan hábitos saludables. Más allá del enfoque reactivo: hacia estrategias proactivas Aunque muchos programas de asistencia al empleado (PAE) incluyen intervenciones relacionadas con estrés o seguridad económica, suelen ser subutilizados y reactivos. La evidencia sugiere que para lograr un impacto sostenible, las organizaciones deben adoptar un enfoque preventivo y proactivo. Esto implica: Replantear la estrategia de salud y bienestar, alineándola a los seis factores modificables. Invertir en medir sistemáticamente los resultados de las intervenciones. Incorporar indicadores de bienestar en los objetivos de desempeño de líderes y mandos medios. El llamado estratégico para RH El momento de actuar es ahora. Apostar por la salud integral de los colaboradores es una cuestión ética y una decisión estratégica que impacta la rentabilidad, la reputación de la marca empleadora y la sostenibilidad del negocio. Las empresas mexicanas que transformen su gestión de talento incorporando estos seis factores de salud estarán mejor posicionadas para: Atraer y retener al mejor talento. Aumentar la productividad. Reducir costos asociados a enfermedades, rotación y ausentismo. Crear culturas organizacionales más resilientes y competitivas. El futuro de Recursos Humanos se mide en indicadores de desempeño operativo y a través de la salud real de su gente. ¿Estamos listos para liderar esta transformación? ENFOQUE DE NEGOCIOS Aunque muchos programas de asistencia al empleado (PAE) incluyen intervenciones relacionadas con estrés o seguridad económica, suelen ser subutilizados y reactivos. Visítanos en: www.amedirh.com.mx 29
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