Revista CREANDO VALOR RH = AMEDIRH =

A veces decimos que el bienestar es una prioridad, pero seguimos inmersos en una cultura que premia el cansancio y romantiza el “siempre estar disponible”. He visto en más de una ocasión organizaciones que proponen salir temprano un viernes al mes o brindar una app de meditación, creyendo que con eso ya resolvieron el tema. Sin embargo, basta con mirar un poco más de cerca para encontrar colaboradores agobiados y líderes que no se detienen ni a tomar aliento. Y, sin embargo, el reto persiste. Hoy más que nunca, el bienestar se ha vuelto transversal a las agendas de talento, cultura, liderazgo y productividad. Las organizaciones lo integran en su propuesta de valor, lo vinculan con el compromiso y lo promueven como elemento estratégico. Y aun así, la pregunta sigue ahí: ¿por qué cuesta tanto implementarlo de forma genuina y sostenible? Bienestar integral: de la teoría a la realidad El psicólogo Martin Seligman, con su propuesta de bienestar a través del modelo PERMA (Positive Emotions, Engagement, Relationships, Meaning y Accomplishment), explica que una vida plena se sostiene en múltiples factores: desde la salud emocional y las relaciones interpersonales, hasta el sentido de propósito. Muchas empresas citan estudios de este tipo y coinciden en que el bienestar integral es vital. Pero en la práctica, las iniciativas suelen ser fragmentadas, se limitan a planes de corto plazo o replican soluciones iguales para personas con necesidades muy distintas. El resultado frecuente: programas bienintencionados que rara vez transforman la cultura de fondo. Y mientras no exista una visión coherente, el bienestar se reduce a una nueva iniciativa del semestre, sin permear en la estructura, el liderazgo ni la forma de tomar decisiones. Mayor consciencia: el músculo olvidado del liderazgo Hablar de bienestar sin hablar de consciencia es como querer correr un maratón sin entrenar. La consciencia es el punto de partida: permite ver, cuestionar, priorizar y conectar. Es la que da sentido a lo que hacemos, a cómo lo hacemos y al impacto que generamos en los demás. Y, paradójicamente, es lo que más falta en muchas organizaciones. Desde mi experiencia en el Tec de Monterrey, y en programas de educación ejecutiva en distintas empresas, he visto cómo los líderes que se detienen, que se permiten verse con honestidad, que aprenden a escuchar(se) y a respirar antes de reaccionar, son los que logran generar entornos seguros, retadores y humanos. Son esos líderes conscientes los que entienden que el bienestar empieza por casa: por su cuerpo, sus emociones, su energía y su forma de relacionarse. La consciencia no es una moda: es una capacidad que puede desarrollarse. Y hoy es más urgente que nunca. Desafíos por superar: lo que no se ve (o no se quiere ver) Aún con toda la atención que se le da al tema, el bienestar enfrenta obstáculos profundos. Más allá del discurso: consciencia, coherencia y el verdadero reto del bienestar organizacional Por: Alejandro Olivera, DECANO ASOCIADO DE LA ESCUELA DE NEGOCIOS; TEC DE MONTERREY ENFOQUE DE NEGOCIOS 24 CreandoValorRH | Mayo - Junio 2025

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