Los actos de acoso laboral que antes se observaban en los centros de trabajo también se han extendido al mundo virtual de los correos electrónicos, los mensajes de texto, las redes sociales y las videoconferencias.

“La falta de contacto físico pudiese haber ayudado a mitigar algunas situaciones de conflicto, pero a veces la violencia laboral es más sutil que la agresión verbal o física”, asegura Anabel Fernández, CEO de Affor Health. En ese sentido, la especialista advierte que es probable que en el teletrabajo algunas conductas negativas se hayan transformado con las nuevas dinámicas de trabajo.

La académica Adela Pérez del Viso ha denominado el acoso laboral en el trabajo remoto como “telemobbing”. De acuerdo con la Asociación Argentina de Teletrabajo (ASAT), las acciones de violencia en el home office pueden ir desde no incluir a una persona en una cadena de correos hasta no avisarle al trabajador de una reunión virtual.

“Para que hoy en día en el teletrabajo estemos ante una situación de acoso tendría claramente que evidenciarse que existe una asignación de carga de trabajo desproporcionada y reiterada, que existe una privación de información hacia algún colaborador como no convocarlo a reuniones que se realicen con el equipo, o no proporcionar feedback adecuado. Realmente estamos ante una situación compleja”, apunta Anabel Fernández.

Para Arturo del Castillo, director ejecutivo asociado de Kroll México, aún cuando no existe la interacción física, los nuevos medios de comunicación se han usado de manera intensiva en el trabajo remoto y han replicado el escenario que se tenía en el plano presencial.

“La comunicación virtual se ha prestado mucho a que los horarios de trabajo se han desdibujado con la vida privada de los individuos. Vemos horarios de trabajo extendidos, asignaciones de tareas que rebasan la capacidad de los colaboradores y, en un aspecto de violencia de género, hay la posibilidad de que a través del WhatsApp o las redes sociales algunos jefes aprovechen para malas conductas, incluso hasta agresiones sexuales”, señala el especialista.

Desde la perspectiva de Arturo del Castillo, la virtualidad terminó potenciando muchas malas conductas y transformando la violencia laboral. “Y ojo, hacia donde nos vamos a mover, como el metaverso donde se recrean espacios de trabajo, seguramente habrá elementos amenazantes”, advierte.

De acuerdo con un artículo de The Conversation, los ejemplos más comunes del acoso laboral en el teletrabajo son:

• Redes sociales. Ejercer presión o atacar a un compañero de trabajo a través de un medio tan usado y donde se comparte información de la vida personal como lo son las redes sociales tiene una afectación directa en la salud mental.
• Videoconferencia sin preparación. Exponer a una persona a una junta virtual sin prepararla o fijar reuniones en un horario en el que se sabe que un integrante del equipo no podrá asistir con la intención de que no participe también puede ser considerado como acoso laboral.
• Que todos se enteren. Llamarle la atención a una persona o dar una retroalimentación por correo electrónico, copiando a otras personas para que estén enteradas, es también una manera de ejercer violencia laboral en el nuevo ambiente remoto.
• Desconexión digital. Una nueva acción que se observa en los nuevos esquemas de trabajo es impedir que las personas se desconecten de manera digital enviando correos electrónicos, programando videoconferencias o asignando tareas fuera del horario laboral.
• Aislamiento. En un contexto de trabajo híbrido, dejar fuera intencionalmente a una persona de la interacción en la oficina, por ejemplo, una reunión presencial, es también una forma de acoso en el teletrabajo.

“Comienza con pequeños excesos o faltas a las reglas. Por ejemplo, si antes te pedían que te quedaras en la oficina hasta las seis de la tarde, ahora en casa es hasta las siete o a las ocho, y va creciendo y llega un punto en el que se desdibuja el horario, y después ya es hasta en los fines de semana o en cualquier momento de la noche. Siempre el comportamiento del acoso laboral va de menos a más y eso tiene que ver en gran medida en cómo se van normalizando estos comportamientos”, apunta Arturo del Castillo.

Hasta ahora, uno de los aspectos importantes del proyecto de la Norma 037 que regulará las condiciones de seguridad y salud en el teletrabajo en México es la prevención de la violencia laboral como un factor de riesgo psicosocial para las personas que trabajan vía remota.

Con información de El Economista. https://www.eleconomista.com.mx/